Durante la evolución del sistema
educativo, se han desarrollado numerosas teorías con diferentes tintes sobre el
aprendizaje de los alumnos, que han llevado a la construcción de algunos
paradigmas.
Los paradigmas son modelos de teorías
y creencias, que explican e interpretan la realidad, orientando la acción y la
toma de decisiones.
Existen 3 tipos de paradigmas en
pedagogía:
PARADIGMA CONDUCTISTA:
si no hay cambios observables no hay aprendizaje.
Watson (1913): Va de los procesos inobservables a los
procesos observables. Se basa en Pavlov y Thornkide.
Skinner (1953): comportamiento operante. Los comportamientos
tienen relación con las consecuencias que tienen los resultados en el sujeto.
Refuerzo positivo y negativo.
El currículo: objetivos jerarquizados, con una enseñanza a
través de contenidos cerrados a través de un método de almacenamiento y una
evaluación centrada en lo medible y cuantificable.
Modelo de enseñanza: El alumno es un receptor de información
de los conocimientos que le imparte el profesor. Se trata de almacenar
información para cumplir con el programa oficial.
PARADIGMA COGNITIVO:
procesamiento de la información.
Piaget (1971): Los individuos interpretan el mundo a través
de sus esquemas mentales y su interacción con la realidad, construyen el
conocimiento en relación a sus experiencias.
Bruner (1976): habla de tres tipos de pensamiento, el
enactivo, el icónico y el simbólico. Parte del aprendizaje intuitivo, a través
de las experiencias y hechos del entorno apoyándose en los sistemas enactivo e
icónico. El aprendizaje se realiza de forma cíclica en el que varían las
representaciones mentales a través de la inducción, conceptualización,
deducción y la percepción.
Diferencia entre conocimiento y
aprendizaje, en el cual el conocimiento es la interpretación de los datos
obtenidos con experiencia y el aprendizaje es cuando se modifican los
conocimientos de manera interna a través de la información que se recibe del
medio.
El currículo: es abierto y flexible, los objetivos se
formulan a través de capacidades y valores, utilizando los contenidos y los
métodos para desarrollarlos. La evaluación se realiza de manera formativa para
el proceso y sumativa para el producto partiendo de una evaluación de los
conocimientos previos y las destrezas básicas.
El alumno y el profesor: el alumno no es un receptor pasivo,
si no que aprende a solucionar problemas usando nuevos aprendizajes y
habilidades estratégicas. El profesor se centra en organizar las experiencias
didácticas actuando como mediador de la resolución de problemas cuando sea
necesario.
La inteligencia es el producto
del aprendizaje y se desarrolla a través de los contenidos y métodos.
PARADIGMA CONSTRUCTIVISTA:
alumno es el centro del proceso.
Ausubel (1982): Va desde el aprendizaje por repetición al
significativo y del de recepción al de descubrimiento, tratando de superar la
memorización mecánica del contenido.
Vygotsky (1978): zona de desarrollo próximo. El desarrollo
se debe a la interacción social. Desarrollando la inteligencia con los
diferentes instrumentos que se encuentra en el entorno, de manera que
interioriza en actividades mentales la formación conceptual.
El alumno y el profesor: El alumno forma el conocimiento a
través de la interactuación con el medio con un aprendizaje basado en la
inducción. El aprendizaje en una construcción como resultado de la interacción
entre el ambiente y las disposiciones internas. Por lo que el ambiente de
aprendizaje dinámico será óptimo para construir conocimiento a través de la
interacción con otros. Selecciona la información y crea sus propias estructuras
de conocimiento. El profesor investiga como organizan los alumnos su
información y estimula el desarrollo de sus capacidades.
El constructivismo se basa en el
ciclo de Teoría-Predicción-Prueba-Error-Rectificación-Teoría.
Bibliografía:
- Rodríguez, J. (2015). Apuntes de la asignatura Procesos y Contextos Educativos en Educación Secundaria. Universidad de Castilla la Mancha (Toledo).
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